Se trata de una sencilla y magnifica técnica oriental, originaria del maestro japonés Takahashi a principios del siglo XX, perfeccionada posteriormente por el maestro Miyamoto quien le dio el nombre por el que se conoce en la actualidad Shin sei Tai Ho, que viene a significar “sistema para corregir el cuerpo desequilibrado”, destinado a recuperando la actitud corporal correcta.
El pensamiento oriental y más concretamente el japones, siempre ha mantenido aquello que en la actualidad muchos estudios modernos demuestran, el estado de ánimo, la forma en que nos sentimos, dinámicos o cansados, alegres o abatidos, determinará la forma en que colocaremos nuestro cuerpo, de esta forma mantendremos una postura corporal ante los diversos ámbitos en que nos movamos dependiendo de la forma en que nos sintamos, en cada uno de estos ámbitos o en todos en general.
Sin embargo, todo lo anteriormente dicho tiene también otra lectura, esto es, si una actitud concreta puede llevarnos a una posición corporal incorrecta, a la inversa, si el cuerpo tiene una postura corporal incorrecta, mantenida durante cierto tiempo, eso afectara al estado de animo del que mantenga dicha posición corporal.
De esta forma nuestra actividad o profesión cotidiana, se convierte en algo que va mucho más allá de un trabajo, para incidir directamente en nuestra emocionalidad, dado que suele exigir físicamente posturas mantenidas durante largo tiempo, lo que provocara en nosotros estados de ánimo relacionadas con la actitud corporal mantenida. Por si esto fuera poco, en muchas ocasiones, por falta de higiene postural, la posición corporal mantenida es inadecuada, o se realizan trabajos repetitivos sin intervalos de descanso o cambios de tarea, o tareas excesivas o peligrosas para el propio cuerpo, aumentando así el efecto sobre el estado de ánimo.
Así encontramos unimos lo que nunca debió de separarse, mente y cuerpo, entendiendo que lo que daña al uno también acaba dañando al otro, aunque no seamos conscientes de ello, aunque no suceda simultáneamente, toda acción sobre una parte de nosotros afectara al resto de partes.
Como decía Albert Einstein, “locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” por lo tanto es importante entender que, para obtener cambios, en nosotros debemos operar en nosotros mismos de formas distintas a las que nos han conducido hasta donde estamos. Para corregir una postura frente a la vida, ya sea física, mental, emocional o espiritual, es preciso en primera instancia corregir aquello que provoca la postura, sin embargo, esto no siempre es sencillo, por muchas situaciones, entonces cabe buscar formas de compensar y contrarrestar aquello que nos provoca un desequilibrio.
Una forma de conseguir equilibrarse es justamente el Shin sei Tai Ho, que utilizando ciertos ejercicios, simples, sutiles y suaves, que inciden especialmente espalda, consigue armonizar tanto el cuerpo como las emociones, favoreciendo la salud y el bienestar, de una forma global e indolora. Cabe decir a modo de advertencia, que aquello que se a construido en años, no se reconstruye en un instante, así tanto si decides un probar esta técnica como otra cualquiera, es preciso que entiendas que todo tiene su tiempo y que ahora en la era digital todo parece muy rápido, pero nuestro cuerpo no es digital sino orgánico, y tiene su propio ritmo de sanación.
Marc Juncosa