La Vitamina D se considera una hormona, a pesar de que su aporte debe ser externo, se sintetiza en la piel a través de la exposición solar ymediante el consumo de algunos alimentos.
Existen diferentes formas de Vitamina D (D2 y D3) dependiendo de su composición química. La D2 o ergocalciferol, está presente en los vegetales, hongos y levaduras.
La D3 o colecalciferol, procede de la grasa animal principalmente. Se encuentra en los aceites y grasas de muchos pescados grasos (salmón, caballa, arenque, atún, sardinas), aceites de hígado de pescado, en mantequilla, leche, queso y yema de huevo.
La Vitamina D es liposoluble y termorresistente (al calentar los alimentos ricos en Vitamina D, no se destruye la vitamina).
En situaciones en que hay disminución de luz solar, por falta de sol, puede provocar una restricción importante de la Vitamina D.
Por eso, las necesidades de Vitamina D, varían según hábitos de vida, costumbres, tipo de piel, edad, latitud geográfica, climatología, alimentación y padecer algunas enfermedades que limitan la absorción de grasas.
La Vitamina D tiene un papel fundamental en muchos procesos fisiológicos del organismo.
La Vitamina D interviene en la absorción y mantenimiento del nivel de Calcio de los huesos, su déficit hace aumentar el riesgo de padecer enfermedades óseas, osteoporosis y mayor vulnerabilidad a tener fracturas óseas (por pérdida de densidad ósea).
En niños, el déficit de Vitamina D, produce defecto en la mineralización del cartílago epifisario, produciendo una disminución del crecimiento, dando lugar a raquitismo con dolor óseo, calambres musculares (tetania), ablandamiento y debilitamiento óseo.
En adultos, que ya ha terminado el crecimiento, puede producir dos enfermedades metabólicas del hueso. La osteomalacia cuyo defecto en la mineralización se traduce en un aumento del tejido osteoide, que provoca debilitamiento óseo y debilitamiento muscular, con dolor óseo, reblandecimiento de huesos y ser más propenso a fracturas óseas. Y la osteoporosis en la que disminuye la masa ósea, los huesos se hacen más porosos, aumentando las cavidades óseas o celdillas del hueso, siendo más frágiles y más propensos a las fracturas.
La Vitamina D actúa a nivel intestinal, estimula la síntesis de proteína transportadora de Calcio, estimula la reabsorción de Calcio en los túbulos renales, favorece la absorción de fósforo y colabora con PTH para regular el Calcio en sangre.
La Vitamina D tiene funciones extraóseas. Estimula el Sistema Inmunitario, de forma innata (es decir, activa macrófagos y células monocitos, que reaccionan ante una agresión patógena), y también, estimula el Sistema Inmunitario de forma adaptativa (aumenta el número de Linfocitos Th2, bajan citoquinas proinflamatorias (IL-12, IL-6, IL-1), y aumentan las Interleuquinas 10, que provocan un efecto antiinflamatorio). Estos efectos, controlan la respuesta inmunitaria y evitan fenómenos de autoinmunidad.
La apoptosis o muerte de Linfocitos T reactivos contribuye a tolerar la autorreacción.
Además, mantiene la integridad de la mucosa intestinal, haciendo impermeable la pared intestinal a patógenos.
La Vitamina D se absorbe en el tercio distal de intestino delgado, ayudándose de la presencia de sales biliares, almacenándose en hígado (25-OH-colecalciferol), se elimina por bilis y en intestino se reabsorbe nuevamente, formando un ciclo enterohepático.
Si hay patologías en este ciclo enterohepático, se produce déficit de Vitamina D, como en cirrosis, hepatitis crónicas, obstrucciones biliares, enfermedades inflamatorias intestinales, (Crohn, ColitisUlcerosa), enfermedad celíaca, en pacientes que han recibido un by-pass gástrico y en enfermedades con mala absorción intestinal.
En situaciones como insuficiencia renal, puede haber déficit de Vitamina D (por la no conversión de Vitamina D a su forma activa).
En personas de piel oscura, son más propensas a tener déficit de Vit D, ya que, ante la exposición del sol, la melanina compite con el precursor de la Vitamina D.
En situaciones de sobrepeso (la grasa impide la absorción de Vit D). En embarazadas y en lactantes (se requiere más cantidad de Vitamina D). En personas mayores, suelen producir menos Vitamina D, y, generalmente, su exposición al sol es más restringida.
Existen medicamentos que interfieren en la absorción y en la metabolización de esta Vitamina D, como son algunos anticonvulsivantes, glucocorticoides, antimicóticos, antirretrovirales, colestiraminas, entre otros, que pueden afectar el nivel de Vit D en sangre.
En enfermedades dermatológicas, como el Lupus Eritematoso, Melanoma, que requieren una alta fotoprotección, se suele detectar disminución de Vit D. Padecer algunas enfermedades como el hiperparatiroidismo o linfomas, también, pueden disminuir niveles de Vit D.
Los niveles de reserva de Vitamina D se evalúan a través del CalcidiolSérico, metabolito de la Vitamina D. Seconsidera niveles deficitarios de Vitamina D, cuando los niveles se encuentran por debajo a 20 nanogramos por mililitro.
El consumo diario de Vitamina D enbebés hasta los 12 meses es de 400UI,en la lactancia es aconsejable un aporte externo de Vitamina D.En niños, adolescentes, adultos y embarazadas se recomienda una ingesta de 600 UI y en mayores de 70 años aumenta hasta 800 UI por día, los requerimientos de Vitamina D son mayores con la edad y la capacidad de sintetizar la Vitamina D en la piel disminuye avanzando la edad.
La suplementación (generalmente es Vit D2 o ergocalciferol) debe estar siempre vigilada y prescrita por nuestro médico, porque puede ocasionarnos una intoxicación de Vitamina D o Hipervitaminosis D, dando lugar a una hipercalcemia o sintomatología de náuseas, vómitos, debilidad, dolor óseo, litiasis renales, alteraciones del ritmo cardíaco, confusión y desorientación, etc.
Un aporte adecuado de nutrientes con Vitamina Djunto con una exposición al sol regular (siempre que no haya contraindicación médica) nos asegura una buena síntesis de Vitamina D, con todos los beneficios que nos puede aportar de manera natural.
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