El confinamiento y el teletrabajo han podido perjudicar el cuidado de la piel durante este tiempo por lo que se aconseja reforzar las precauciones antes de exponerse al sol
El pasado confinamiento provocó que la población cambiara sus hábitos habituales y que la exposición a la luz solar se redujera de forma considerable este último año. Incluso, el uso de productos como geles hidroalcohólicos ha perjudicado el cuidado de la piel en muchas personas.
Preparar la piel
La intensificación en la higiene de manos con soluciones alcohólicas han incrementado la presencia de eccemas en la piel, especialmente en las manos. El uso obligado del lavado ha hecho desaparecer el manto que las cubre de las agresiones externas, con lo cual debemos protegerlas en extremo al exponerlas al sol.
Para prevenir el cuidado de la piel, lo más adecuado es mantener una buena protección y una posterior hidratación de la misma mediante el uso de lociones o cremas hidratantes que mantengan las propiedades naturales de la piel.
En los casos de que durante la cuarentena se hayan producido dermatitis los expertos aconsejan recurrir a productos neutros.
Con el fin de gozar de una buena salud cutánea debemos realizar una limpieza profunda que podemos conseguir con una exfoliación antes de enfrentarnos a los rayos del sol más intensos. De ese modo conseguiremos una renovación celular que permitirá que los productos penetren en el interior de la piel y hagan su función.
Exposiciones solares lentas
Este año a causa de la pandemia, hemos estado menos horas al sol, por lo que se aconseja que la exposición sea paulatina y progresiva con el objetivo de que la piel se vaya acostumbrando al sol y al calor.
Es importante ser muy conscientes de que durante la época estival en las horas centrales del día la quemadura solar puede ocurrir con menos de media hora de exposición directa a la luz solar, la recomendación es exponerse siempre al sol de forma saludable y con la protección adecuada.