Son muchos los beneficios que podemos obtener al realizar una actividad física de manera rutinaria y moderada. Siempre que no haya una contraindicación determinada, el ejercicio físico ofrece una medicina preventiva en muchas enfermedades, así como la activación de hormonas que producen una mejora en nuestro estado de salud físico, mental y emocional.
La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, recomendando actividades de fortalecimiento muscular, de forma equilibrada en los grupos musculares principales. Aconseja la realización de ejercicio aeróbico entre tres y cinco veces por semana, en sesiones de 20-30 minutos, de intensidad suave a moderada.
La realización de una actividad moderada previene y/o reduce enfermedades graves como diabetes Mellitus, colesterol, cáncer, hipertensión arterial, osteoporosis, artrosis, obesidad, enfermedades digestivas, cerebrovasculares, cardíacas, etc.
La actividad física practicada regularmente ayuda en la hipertensión arterial facilitando unos niveles normales de tensión y disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Un entrenamiento interválico produce una mejor salud cardíaca.
El ejercicio físico proporciona un mantenimiento de peso, ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, y regula muchas enfermedades metabólicas (diabetes Mellitus, colesterolemia, etc).
Al realizar ejercicio regular, se normalizan los niveles de azúcar en sangre, por el gasto de glucosa, lo que permite prevenir el acúmulo de grasa y prevenir la obesidad.
El ejercicio puede reducir el riesgo de padecer cáncer colorrectal, de mama y de próstata.
Facilita los movimientos peristálticos a nivel intestinal, regula el sistema digestivo y favorece la eliminación de toxinas y el mantenimiento del peso. Además, reduce otras patologías derivadas del sobrepeso, como las apneas y ronquidos durante el sueño.
Limitar al máximo el sedentarismo e incorporar paulatinamente la actividad física en nuestro hábito diario hace disfrutar de una vida más saludable. Desarrollar una tabla de ejercicios, según nuestra complexión física, nos ayuda a tener mayor flexibilidad, mayor agilidad articular y mayor tonificación corporal.
El estímulo hormonal segregado tras 25 minutos de ser realizado el ejercicio produce un aumento de hormonas, entre ellas la hormona del crecimiento, segregada por la hipófisis, cuya función es intervenir en el aumento muscular, óseo y de colágeno.
Las actividades aeróbicas pueden mejorar nuestra fuerza muscular, y los ejercicios abdominales ayudan al fortalecimiento muscular del tronco y la musculatura de la columna vertebral, eso sí, siempre recomendado por un especialista.
La liberación de serotonina y endorfinas al practicar un deporte o cualquier actividad física moderada nos va a proporcionar una sensación de bienestar, disminución del estrés y la ansiedad, y nos ayudará a mejorar el humor, con lo que conseguiremos un mejor estado de ánimo.
La actividad física ayuda a mantener la plasticidad cerebral, a través de la coordinación de movimientos, reflejos y equilibrio, que hace aumentar el aprendizaje, la memoria y reducir el envejecimiento del hipocampo y, por lo tanto, aumenta nuestra salud cerebral.
El aumento del flujo sanguíneo proporciona, en nuestros órganos, mayores niveles de oxígeno, y también a nivel cerebral, por lo que al aumentar el flujo mejora el funcionamiento de las áreas del cerebro, y con ello todas sus funciones, entre estas, la memoria.
A través del ejercicio físico mejora el sueño, se activan las catecolaminas y después se produce una relajación que propicia una mejor conciliación del sueño, que será profundo y reparador.
La realización de ejercicio físico al aire libre nos ayuda a respirar aire puro y a través de la luz solar tomar vitamina D, que mejora nuestro sistema inmunitario.
Otra ventaja es que estrecha las relaciones sociales, se “sociabiliza”, si se practica el deporte acompañado, además de conseguir autoconfianza y mejorar nuestro yo personal.
Promover y fomentar la actividad física es proporcionar pautas de comportamiento de SALUD.
DRA. Esther Álvaro
Licenciada en Medicina y Cirugía-Medicina Integrativa